
Ayer fui a ver la exposición de
Francesca Woodman en el Espacio Av de Murcia y aún no me he repuesto de la desilusión.
Me faltó mucha más información sobre la autora, sobre sus series y sus motivos, sobre sus videos y sus exposiciones. También me faltó información sobre la propia exposición. Aún no entiendo por qué no nos cuentan que lo que vamos a ver son nuevos positivados de los negativos originales de la autora, no copias
vintages, como pretendían ser, mezclando papeles cálidos y fríos (etiquetados, por cierto, indistintamente, como "gelatina de bromuro de plata"); pero es que ni siquiera eran reproducciones de los originales, que Francesca llenaba de notas por los bordes, lo cual habría tenido más sentido, porque cuando un fotógrafo escribe en los márgenes de una fotografía un texto, la imagen final es la que incluye esas anotaciones, no el simple marco del fotograma. También me faltaron algunas cartelas de series (¿se cayeron?) y sobre todo me faltó una buena distribución en la sala. Yo mido 1'64 m y tuve que hacer contorsionismos para poder ver muchas de las pequeñas y maravillosas imágenes porque estaban colgadas muy altas y, tanto el cristal del marco (inapropiado) como los
maravillosos fluorescentes de la sala, me lo pusieron difícil.
Pero lo peor aún estaba por venir porque descubrí una foto invertida. Al principio dudé si era un fallo del catálogo y la que estaba bien era la de la sala. Pero no, porque miré el otro libro de la autora y allí estaba ella, magnífica, tumbada a la izquierda de la sala, que no a la derecha, rodeada de papeles arrugados. ¿Se equivocaron al positivarla???. No me lo podía creer.
A favor, el catálogo, que está muy bien por veinte euros.
He hecho esta excepción en el blog, extendiéndome tanto, porque estoy indignada. El Espacio Av es la sala "oficial" que nuestra ilustre consejería ha reservado para la fotografía y la pintura, esas "artes pasivas" que fueron arrojadas del Párraga por "antiguas". Y para un espacio que tenemos que compartir, nos ofrecen una exposición que se retrasó dos meses sin una sola explicación, que durará tres meses en cartel pero no ofrece ni una sola actividad complementaria de carácter didáctico, y que desde luego no cumple los mínimos de una "gran" exposición fotógrafica retrospectiva e inédita, que era lo que esperábamos que fuera. Qué pena, qué falta de respeto hacia la Fotografía, una vez más.